sábado, 13 de diciembre de 2008

Mi aventura de ser docente

ERA SU VIDA PENSAR Y SENTIR Y HACER PENSAR Y SENTIR
(ASÍ ME GUSTARÍA QUE ME RECORDARAN)



Estudiar las lecturas recomendadas me permite darme cuenta que sí es posible entrar en un proceso de mejora y que la única manera de mejorar en mi práctica profesional, tal y como muchas veces lo he pensado, es mediante el conocimiento de todo lo que tiene que ver con la pedagogía y la didáctica.
No quisiera regresar a lo que he hecho en el pasado, sino más bien en seguir para adelante para ser un maestro de humanidad, me encanta la idea de que cada una de mis clases se conviertan en un reto intelectual y de aventura, es más quiero decirles que en mis clases les digo a mis alumnos que es la hora de la danza de nuestras neuronas.
Ahora entiendo que mi actuar como profesora dictadora era como un medio para protegerme del miedo tan atroz que me daba enfrentarme a los jóvenes, lo cual no me permitía comunicarme con ellos. Actualmente podemos hablar de cualquier tema y pasarnos no una hora sino hasta tres o cuatro horas felizmente comunicándonos o trabajando fuera de horario.
Es cierto que con la práctica, y gracias a que ahora reconozco que mis alumnos son seres humanos puedo observar sus expresiones y su lenguaje, al igual que manejar los canales de comunicación lo que me permite modificar en muchas ocasiones el ritmo de la clase o las actividades o técnicas planeadas. Debo reconocer que en muchas ocasiones es más por intuición que por conocimiento pleno de la didáctica.
En el foro cómo percibo mi docencia les comenté que considero a la lectura una actividad de gran importancia y al leer a Paulo Freire ( me gusta mucho su filosofía de Educar para la libertad) en el documento “cartas a quien pretende enseñar” me doy cuenta que tan importante es el que los estudiantes lean, como una fase importante del aprendizaje, ya que les permite realizar una reflexión critica, creadora y recreadora, sin embargo reconozco que me ha faltado enfatizar el punto de la escritura ya que la reflexión que hace en la que menciona “si no se sabe leer ni escribir no se puede estudiar” ,y entonces sé que debo ayudar a mis estudiantes a encontrar esa relación entre el leer y escribir. Sin embargo no todo lo he hecho mal, por ejemplo para mí ha sido primordial que mis alumnos acudan a clase con un diccionario para que busquemos siempre las palabras desconocidas, además de solicitarles que en cada trabajo, práctica, etc, anexen un glosario, ya que considero que el significado de las palabras es esencial. También ahora es para mi claro el porque de estos foros, ya que nos permite adquirir la habilidad de la escritura como una forma de replantear lo leído e incorporarlo a nuestras experiencias como una forma de aprendizaje.
Con respecto a la lectura “la concepción del profesor” me permite reflexionar en la importancia de educar a los estudiantes para la reflexión, en la integración del conocimiento como un medio para explicar los fenómenos cotidianos con una visión crítica, en el que las posturas neutras no son posibles, pero para ello debo también seguir en el proceso de aprendizaje de las teorías pedagógicas, la didáctica y de cultura en general.
Soy un ser humano y lucho mucho todos los días para no permitir que el “malestar docente” me invada y me lleve a decir para qué luchar e insistir en que las cosas sean diferentes si fuera de mi aula muchas cosas no suceden como mi ideal desea, sin embargo sé que mi misión de ser maestro es mayor que todas las dificultades y que si mantengo una postura firme, mis alumnos aprenden que los valores y los ideales se viven a pesar de todo.
La lucha que todos los días libro es como ya lo había dicho anteriormente la de entrar y mantenerme en el círculo virtuoso de mejora continua, ello implica planear mis actividades, buscar actividades diversas para mis alumnos, mantener un ambiente armónico en el aula, y en el plantel con mis compañeros, mantenerme en una posición firme y decidida ante la comunidad escolar, llenarme de energía y emociones con lecturas relacionadas con la educación, mantenerme en capacitación y aplicar lo que voy aprendiendo, y reconocer que no soy perfecta, y eso me ha ayudado a ser tolerante.
Sé que a pesar de haber iniciado muy mal mi práctica docente, actualmente avanzo por un camino de crecimiento y tal como lo dice José Manuel Steve “me gané la libertad de ser profesor y con ello soy feliz en mi trabajo, siento la alegría de servir a mis alumnos y deseo que mi vida sea pensar y sentir y hacer pensar y sentir”

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